Salvador Melgar Ramírez
viernes, 19 de diciembre de 2008 (Canaria 24 horas)
Existen noticias, que muy pocas veces se tratan en los medios de comunicación por su habitualidad, de la manera que debieran.
La impunidad con la que son tratados los cientos de asesinatos en un desierto perdido de Méjico o en plena calle hace, tal vez, que este tipo de noticias sean cada día menos atractivas, más cotidianas y menos impugnables. Sin embargo, la profesión de periodista requiere de una labor indagatoria, veraz y fidedigna de aquellos sucesos que acontecen cada día, sin importar su origen, su trama o su final.
Las clases bajas siempre han sido carne de cañón para los torturadores, violadores, pederastas y asesinos de sangre fría. Esto es lo que sucede en Ciudad Juárez, mujeres jóvenes que un día desaparecen para, en muchos casos no encontrarlas jamás y en otros, cuando lo hacen, han pasado ya demasiados años o aparecen como estatuas de carne y hueso sobre el asfalto ¿Qué ocurre realmente en Ciudad Juárez? ¿Es tan corrupta la policía mejicana o tan fácilmente sobornable?
Marisela Ortiz, coordinadora de Nuestras Hijas de Regreso a Casa y a la que recientemente le han entregado el Premio de Derechos Humanos del Consejo General de la Abogacía Española, ha estado estos días en Madrid.
Según la protagonista de este premio, el hecho de que se hayan producido y se sigan produciendo más de ciento cincuenta asesinatos de mujeres al año, es la consecuencia del más absoluto de los incivismos, del pensamiento cromañón de miembros de las bandas de narcotraficantes que operan en la frontera entre Méjico y Estados Unidos. Bandas que secuestran, torturan, violan, estrangulan y finalmente asesinan a jóvenes muchachas que van a la escuela o se dirigen al trabajo y que utilizan sus cuerpos como instrumento de poder de grupos de iniciación, donde se ejecutan este tipo de acciones para poner a prueba sus capacidades, desde el punto de vista de estas organizaciones que se requieren para entrar a formar parte de ellas. Ese machismo ancestral, que utiliza a la mujer como muñecas de trapo. ¿Qué hacen los políticos, los jueces, los investigadores que, aún teniendo todos los medios disponibles a su alcance miran para otro lado, ocultando una realidad cada vez más sangrante? Me repugna la imagen de los políticos mejicanos viajando a ciudades o países para la limpiar la imagen de Ciudad Juárez y digo limpiar la imagen de Ciudad Juárez, no el esclarecimiento de los asesinatos.
La corrupción en estado puro, el miedo a las amenazas de estas bandas es superior a la lucha contra ellas. Han pasado ya demasiados años, y este tipo de noticias siguen apareciendo en los periódicos de todo el mundo sin que, ni por un solo instante, el poder político se avergüence y redima su poder ante los asesinos. Por suerte personas como Marisela Ortiz, siguen luchando cada día, a pesar de estar amenazadas de muerte, para que estos asesinatos no queden impunes y para que el mundo vea, escuche y lea la realidad que sus gobernantes prefieren tapiar.
Emilce Oliva.....Niños desaparecidos. "Hay dos días de máxima importancia en la vida de una persona:el día en que nace y el día en que descubre por qué". William Barclay