FABIAN HERRERA ES SOSPECHOSO DE ENTORPECER LA BUSQUEDA DE SU HIJA
Detuvieron al padre de Sofía Herrera, la nena que desapareció en Río Grande
Detuvieron al padre de Sofía Herrera, la nena que desapareció en Río Grande
JUNTOS. Sofía y su padre en su casa de Río Grande, poco antes de que desapareciera el 28 de septiembre de 2008.
Falta poco más de un mes para que se cumpla un año desde aquel domingo negro en que a Sofía Herrera se la tragó la tierra mientras pasaba un día de campo con sus padres en Río Grande. Y cuando todos habían apuntado los cañones hacia un testigo que jura haber visto a la nena en un auto en Chile, la causa dio un vuelco absolutamente inesperado. Anoche, la Justicia de Tierra del Fuego detuvo a Fabián Herrera, el padre de Sofía, sospechado por una serie de contradicciones sobre lo que pasó aquella mañana y de haber obstruido a la Justicia.
También detuvieron al cuidador del camping sospechado de haber secuestrado a la nena. El miércoles, por primera vez, peritos, psiquiatras y policías reconstruyeron el momento exacto de la desaparición de Sofía. Pero en la escena hubo dos actores protagónicos: Fabián y Silvio, un amigo de la familia que viajó con ellos hasta el camping John Goodall aquel 28 de setiembre. Fue justamente el testimonio de Silvio lo que lo puso contra las cuerdas. Fabián dice que él y Silvio caminaron juntos, pero Silvio dice que caminaron separados.
Fabián dijo que la nena iba a 30 metros de él y Silvio que la nena estaba a unos 180 metros y que la perdió de vista en una lomada. Además, comparado con otras declaraciones, Fabián se contradijo acerca de la posición de Sofía. Así, la Fiscalía pidió anoche su detención por considerar que entorpeció a la Justicia. "Le iniciaron un expediente por obstrucción a la Justicia por haber hecho declaraciones contradictorias. Objetivamente existieron contradicciones en la posición de quienes estaban ese día, si iban más adelante o más atrás, si tomaron un camino u otro. Pero no tuvo intención de obstruir a la Justicia", dijo anoche a Clarín Francisco Ibarra, abogado de la familia. Fabián Herrera atendió a Clarín desde la División Investigaciones de la Policía de Río Grande donde iba a pasar la noche detenido. "Me someto a cualquier investigación pero yo no tuve ninguna intención de obstruir a la Justicia.
Si cometí algún error fue por la angustia de no tener a Sofía y por no saber que pasó", dijo. María Elena Delgado, la mamá de Sofía, lo apoya: "Fabián no se acuerda, se le confunden todos los dichos y entre todo eso armó una declaración. Fabián está mal, hace rato que viene mal, se recorrió toda la isla y no encontró nada. Hace mucho que está confundido, con la mirada perdida". Su lectura es una sola: ahora la gente se va a alejar y nadie va a querer ayudarlos. Pero para una causa que jamás dio una señal de estar bien encaminada, dos coletazos en el mismo día parecen demasiado. También ayer la querella pidió que se detuviera a Alberto Urrutia, el cuidador del camping John Goodall.
La Justicia provincial hizo caso al pedido. La reconstrucción del miércoles fue una pieza clave: según la querella, se determinó que, aquella mañana, el cuidador estuvo a unos 60 metros de Sofía con visión directa. Después de haberle allanado la casilla en la que vive y de haber trazado un perfil psicológico, Urrutia quedó detenido sospechado por "sustracción de menores".
La querella cree que es altamente probable que él haya tenido que ver con su secuestro. María Elena apoya esta teoría: repite que ella dijo desde el primer día que los perros seguían una huella hasta la casilla del cuidador pero que nunca nadie le hizo caso. Hoy a las 8, los dos detenidos deberán dar su versión de las cosas.
