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Sin pistas de Yeremi, Sara ni Amy
Policía y Guardia Civil siguen buscando a los niños desaparecidos en España Sus casos no se archivarán pero, a día de hoy, no hay sospechosos ni pistas fiables Sus familias siguen convencidas de que están retenidos y no pierden la esperanza

Josefa Paredes
, Fotos distribuidas por las familias de Yeremi Vargas, Sara Morales y Amy Fitzpatrick
ADN.es
Quizá Amy ya no sepa cómo volver a casa. O, quizá, quien sea que la retenga "no le deja volver", dice su madre. Porque para Amy Fitzpatrick, de 15 años, "es muy difícil mantenerse lejos de la gente que quiere". Y su familia y amigos no la han vuelto a ver desde que desapareció hace seis meses en Mijas, Málaga.También Ithaysa Suárez cree que su hijo Yeremi, que desapareció hace un año y cuatro meses en Gran Canaria, está secuestrado y mantiene la fe en que su captor cometa un error y la Guardia Civil consiga encontrarlo. Sara Morales desapareció hace dos años en Las Palmas cuando iba a un centro comercial. Tenía 14 años. Su familia tampoco ha perdido nunca la esperanza de volverla a ver.

"A pesar del tiempo transcurrido nunca se da por cerrado el caso de la desaparición de un niño, ni se archiva. Nunca. Bajo ningún concepto", sentencia el portavoz de la Jefatura de la Policía de Canarias, Ricardo Grijalbo, que investiga el caso de Sara.
La semana pasada, tras 14 meses de investigación, la prensa portuguesa aseguró que la policía había dado por cerrado el caso de Madeleine McCann, la niña británica que desapareció en el Algarve en mayo de 2007.

La policía portuguesa no tiene pruebas suficientes para enjuiciar a ninguna de las tres personas que acusó formalmente: los padres de la niña, Gerry y Kate McCann, y el ciudadano británico Robert Murat, y por eso tiene que cerrar la causa, ya que no puede mantener permanentemente acusado a alguien sin pruebas.

Pero en España no ocurrirá, al menos de momento. "Seguimos buscando a Sara", dice Grijalbo. Entre otras razones, porque en España no existe la figura del "acusado formal" como en Portugal, a quien hay que encausar con pruebas o dejar libre. Tampoco podría aplicársele a nadie. A día de hoy, no hay ningún sospechoso relacionado con ninguno de los niños desaparecidos en España.

Ningún detenido por Sara

Hace nueve meses, la Policía reforzó el dispositivo que se encarga de buscar a Sara Morales con un grupo especializado integrado por siete de los miembros más destacados de la Brigada Judicial. La intención era "comenzar de nuevo", buscar cualquier cabo suelto, rastrear hasta la última pista que hubiera podido pasar desapercibida en un primer momento. Y mientras se admitía., implícitamente, que hasta ese momento no se había avanzado mucho.

Nunca han trascendido muchos detalles de la investigación sobre Sara , que se encuentra bajo secreto sumarial. "Seguimos examinando todas las llamadas que recibió y envió desde su teléfono, pero no podemos detallar ninguna otra línea de investigación. Siguen viniendo refuerzos de Madrid porque siempre hay trabajo. No hemos descartado nada y la estamos buscando", insiste Grijalbo. Pero en estos dos años, no ha habido ningún sospechoso serio. En todo este tiempo, ni una sola persona ha sido detenida por la desaparición de Sara.

Amy no escapó
Tampoco hay novedades en la investigación sobre Amy Fitzpatrick, desaparecida el 1 de enero en Mijas (Málaga). "Al principio teníamos la esperanza, y la Policía también, de que hubiera escapado", dice su madre, ya que vivía en una ciudad donde no estaba contenta. "Pero ya no, no hay ninguna posibilidad de que eso haya podido pasar", dice Audrey.
"Pensamos que puede estar con un hombre mayor, de habla inglesa, que le ha prometido que le conseguiría un pasaporte -puesto que no tenía-, y con el que quizá haya hecho planes". La madre de Amy piensa que su hija no está en España, pero tampoco en Inglaterra, ni en Irlanda, y pide a las autoridades que no se olviden de su caso, y que se mantengan los carteles con la foto para que la gente de aquí y la que viene de vacaciones la pueda reconocer.
Audrey está satisfecha con la labor de la Guardia Civil, pero la prensa inglesa apenas se ha hecho eco de su caso, lejos del despliegue que ha llevado a cabo con Madeleine. Amy, de 15 años, fue vista por última vez sobre las diez de la noche del 1 de enero, cuando salió de la casa de una amiga. Mide 1,65 metros, es morena, delgada, tiene ojos azules y vestía un chándal y una camiseta Diesel negra.

Un año y cuatro meses sin Yeremi
El 10 de marzo de 2007, Yeremi Vargas estaba jugando en la calle con sus primos. Cuando su abuela les llamó para comer, todos entraron en casa menos él. Nadie ha vuelto a verle nunca.
"Todo sigue igual. Una vez a la semana la Guardia Civil viene a casa o les llamamos, pero no hay novedades. Están trabajando todo lo que pueden", dice Ithaisa, la madre del niño. "Que cerraran el caso sería lo peor que me podría pasar. Si me dicen que lo cierran me matan".

Cuando Yeremi desapareció, se barajaron todas las hipótesis. Primero se pensó que el niño, que entonces tenía 7 años, podía haber sufrido un accidente y se rastrearon los pozos de la zona (unos 500). Las barridas se repitieron periódicamente, por si un hipotético agresor hubiera querido deshacerse de él. Se investigó a todas las personas con antecedentes y, cuando en enero, se detuvo a Marcos R, un pederasta condenado por abusar de su propia hija y que había tratado de secuestrar a una niña en Gran Canaria, casi todo el mundo pensó que lo tenían.
La Guardia Civil envió decenas de agentes de la Unidad Operativa de Madrid, se buscó debajo de cada piedra del solar del crematorio de animales donde trabajaba. Pero nada relacionaba a Yeremi con ese hombre. Y hubo que volver a empezar.
Los efectivos de Madrid siguen trabajando en Canarias. Pero la Guardia Civil no ha querido dar un sólo detalle de cuántos son, o de cómo va la investigación, ni siquiera explicar cuáles son sus protocolos de actuación estándar al respecto. "Están revisando cosas del principio, por si se les quedó algo atrás. Pero pistas fiables, ninguna. No hay nada", dice la madre de Yeremi.

La búsqueda física se abandonó
"No hay ningún indicio de que se vaya a archivar el caso", explica Luis Campos, concejal de Seguridad del ayuntamiento de Santa Lucía de Tijarana, donde desapareció el niño. Entre otras razones, dice, "porque no hay ni un solo indicio de que el niño haya fallecido".
Se siguen buscando pistas, pero "la búsqueda física, más allá de si surge alguna duda, se abandonó hace tres o cuatro meses", admite Campos. "No tiene sentido cuando se ha peinado tan exahustivamente cada centímetro de la isla. En cualquier caso, la Delegación del Gobierno nos ha comunicado que la investigación seguirá hasta que no quede ningún tipo de indicio del que tirar. Estamos seguros. No van a abandonar".